India, esencia mística
Viajar a India es llegar a otro mundo. El País de los Mil Colores no deja indiferente a ningún viajero. La constante novedad de sensaciones en la que se sumerge el visitante occidental es fuente inagotable de nuevas experiencias, de recuerdos imborrables.
Dicen los que han visitado la cuna del río Indo que solo es fácil comentar un viaje así con otros que ya han estado en India. No hay nombres para describir todos los colores que pintan los matices de la civilización viva más antigua de la Tierra, pero sí los hay inolvidables en un viaje así, y Viajes El Corte Inglés ofrece infinitas perspectivas en sus recorridos.
En Rajastán se puede sentir en primera persona la expresión «vivir como un maharajá», en el hotel Palacio de Bharatpur, y el poder de estos reyes, ascendiendo hasta el Fuerte Rojo de Agra a lomos de un elefante. El Taj Mahal es el símbolo mundial del amor y Patrimonio de la Humanidad, imprescindible, increíble e inolvidable.
En Benarés (Varanasi), la ciudad más antigua del mundo, erigida hace más de 3.000 años, las sagradas aguas del Ganges son punto de reunión de cientos de miles de devotos hindúes. Viajan hasta sus orillas para purificarse, para encontrar la verdad junto a los sadhus, ascetas hindúes que imitan la vida mitológica de Shiva, o para fundirse en cenizas con el sándalo sagrado. Y allí, el viajero, puede sentirse a medio camino entre la vida terrenal y la eterna, y el profundo sentido del proverbio indio que dice «La vida es un puente, crúzalo. No construyas tu casa sobre él».
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